La radiación solar del sol se divide en 3 componentes: la luz visible que podemos ver, el infrarrojo que podemos sentir como calor y los rayos ultravioleta que son invisibles pero dañan.

La lámina es hecha de varias capas finas de metal y de poliéster, que están unidas entre sí por medio de adhesivos especiales.

Cuando se aplica al vidrio, la lámina actúa como un filtro, y evita la penetración del calor absorbiendolo y reflejandolo hacia el exterior. La amplia gama de distintos tipos, colores y cualidades de láminas ofrecen soluciones específicas y eficaces para cualquier necesidad en el mercado.

Con el avance en la química y la tecnología las láminas solares también están avanzando. Una mayor durabilidad, claridad óptica y mejor reducción del calor hacen que ese producto sea una solución muy deseable y atractiva.